Me cuida, me mima, me ama, me abraza, me besa, me sonríe; saca tiempo de debajo de las piedras para poder estar conmigo. Veo sus manos pequeñitas y me derrito por dentro. Veo sus preciosos labios y los míos se sienten ansiosos por besarla. Me despierto a su lado y la sensación es indescriptible.
Quiero que sepas que eres la culpable de que sonría cada día al despertar. Por tu culpa soy feliz. Amanece, me besas, sonrío, me siento increíble. Somos cómplices. Beso tus mejillas, tu cuello, tus boca, tu todo... TE AMO!
Hoy tengo el mejor motivo del mundo para escribir estas líneas, que no es otro que el vivir otro día más a tu lado. Te amo mi niña bonita. Te amo cari. Te necesito amor mío!
Hoy se cumplen seis meses. Seis preciosos meses de amor, pasión,
confidencias, complicidad, comprensión, apoyo, mimo, besos, suspiros,
caricias, suaves mordiscos... pero sobretodo, se cumplen 6 meses de
felicidad infinita.
La vida es caprichosa, los años pasan para
todos y nunca sabes cuando será ese momento, cuando el capricho de la
casualidad pondrá delante de tus ojos el verdadero motivo por el que
merece la pena respirar. Hace un año y medio largo se presentó mi
motivo. Tenía la voz dulce, digna de un ángel; desde la primera mirada,
desde la primera palabra me quedé embobado, fascinado ante esa ternura
que me hablaba a mi, que me sonreía a mi, que me abría las puertas de su
vida sin nisiquiera saberlo.
Hay amores escritos, hechos con
mimo y tacto destinados a amarse juntos, destinados el uno al otro.
Cuando el amor así se conoce, una rápida mecha recorre ardiendo todo tu
cuerpo, una chispa que provoca que desde ese momento necesites volver a
verla de nuevo, otra vez más y otra... Y fíjate que digo "Cuando el amor
así se conoce" y no "Cuando un amor así se conoce", ya que este tipo de
amor es único, inigualable, sientes que nadie en el mundo podría
hacerte sentir ni remotamente parecido, este tipo de amor es para toda
la vida.
Pues bien, cuando esa chispa prende en llamas, es
imposible apagarla, es imposible no escuchar el canto de sirena (de mi
linda y maravillosa Ariel) que te hace explotar el pecho con cada
latido. Así que eso hice, escuchar al corazón... y el corazón me decía:
"tú sabes que la amas".
Hace 6 meses tal día como hoy, te
atreviste a decirme TE AMO y con eso me convertiste en el hombre más
feliz del mundo, en TU hombre y a ti en MI mujer. ¿Y que tiene tan
maravilloso mi mujer para que hable así de ella? Se preguntará quién lea
esto. Por dónde empezar... Mi mujer es bonita, bonita de verdad, bonita
por dentro y no le gusta que sepan que también es bonita por fuera. Mi
mujer siempre me ha apoyado. Mi mujer tiene el corazón más grande y
noble que haya podido ver en un ser humano. Mi mujer piensa en mi cuando
me hace el amor, me mira a los ojos, me besa mientras me dice que me
ama. Mi mujer me hace sentir esa sensación de sinceridad, que no puedes
explicar, que tan sólo puedes sentir. Mi mujer es inteligente, es
asombroso verla trabajar; es constante, es entusiasta, es luchadora, es
compañera. Mi mujer siente de manera recíproca el infinito amor que
siento hacia ella. Mi mujer me seduce, porque le encanta hacerlo, porque
sabe que la adoro. Mi mujer es mi mito erótico, mi musa, mi diosa de
piel clara. Mi mujer, en resumen, es el ser más bello, noble y cariñoso
que ha creado la naturaleza. Pero lo que más me gusta de mi mujer, es
precisamente eso, que es mi mujer.
Quiero que sepas que te amo,
que cada problema que superamos es un tierno beso en la boca. Quiero que
sepas que mientras escribo esto pienso en hacer el amor contigo. Quiero
que sepas que estos seis meses han sido maravillosos, que estos casi dos
años han sido los mejores días de mi vida. Quiero que sepas que me
vuelves loco con tus manitas de niña pequeña. Quiero que sepas que me
siento feliz contigo. Quiero que sepas que lo que más feliz me hace en
la vida es hacerte feliz a ti.
¡FELICIDADES AMOR! Cada día
contigo es un aniversario para mi. Por eso empiezo este blog... para que
quede grabado a fuego que somos sólo TÚ y YO, que me siento un sólo
alma contigo. Y quiero empezarlo así, con el primer roce, con el primer
beso que nos dimos... todavía me hace vibrar.